Pasadas las 11 de la noche del día 24, la reina infantil de la comisión del Raval procedió al encendido de la mecha para la cremà de la Foguera Infantil del barrio, con la algarabía propia de la chiquillería que estaba en primera fila, más que esperando el encendido de la hoguera esperaban la “banyà” de los bomberos, que con el calor de la noche, se agradecía enormemente.
Esta hoguera se consumió en poco más de veinte minutos y con un humo negro ciertamente molesto.
Posteriormente, a las 12, subieron las reinas a la terraza de la Iglesia de San Juan para saludar a la gran cantidad de gente que esperaba y proceder al encendido de la mecha.
Tras la traca se lanzó un pequeño castillo de fuegos artificiales, mientras la hoguera ardía lentamente. Los bomberos empezaron de nuevo su labor mientras la hoguera ardía ya de forma considerable.
Destacamos este año que el monumento ardió muy bien y homogéneamente, y los bomberos correspondieron a las peticiones del público con mucha generosidad, ya que los chorros de agua llegaron prácticamente a todos los rincones de la plaza, incluso algunos vecinos colaboraban con agua desde sus balcones, lo que se agradeció dado el calor sofocante que reinó toda la noche.